Cuando era niña los días de verano estaban representados por: ir a la playa, a la piscina y por supuesto comer helado. En cuanto al helado, yo no elegía cualquiera, uno de mis favoritos era copa k-bana de D'Onofrio, es un helado pequeño de dos sabores, vainilla y lúcuma. No recuerdo cuándo fue la primera vez que lo probé, pero sí recuerdo que gracias a él me enamoré del sabor de la lúcuma. Para ese entonces pensar en el sabor de la lúcuma era recordar la alegría del verano.
No fue hasta mucho más adelante en mi vida que empecé a hacer postres y conocí la fruta al natural, trabajé con ella haciendo distintos tipos de dulces, helados y tortas. Desde ese momento, la lúcuma representó también un delicioso postre de invierno que era perfecto acompañado de un café o un té.
En este pequeño viaje por el tiempo paso al presente año, que fui como siempre a revisar nuevos productos en el super y al encontrar las galletas morochas con sabor a lúcuma decidí comprarlas, para quien le gusta la lúcuma estará feliz con estas galletas, a mi parecer este sabor es mejor que el de las galletas morochas clásicas y si deseas puedes acompañarlas con un rico café para animar tus tardes como lo hice yo :).
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